sábado, 10 de noviembre de 2012

La pérdida de la razón y la biodiversidad.


Cada vez más la gente en España está aburrida y busca algo que sea extraño, extravagante, es decir, fuera de lo normal. Algo que despierte la curiosidad y celos de los demás. Este problema afecta varios aspectos de la vida, pero no en todos produce consecuencias nocivas. Lo que sí tiene algo que ver con peligro es el caso de la cría de especies exóticas como mascotas.


Últimamente se puso de moda presumir de encantador bebé de mapache. Por la compra de un mapache te conviertes en el chico más original y chulo del barrio. Además puedes ligar más eficazmente con la ayuda de este animal tan bonito. Por todo en la vida hay que pagar, pero algunos no llevan las consecuencias de jactarse de un animal exótico. La fanfarronería es muy fugaz – al año de vida el mapache entra en celo, vuelve a oler mal y se pone agresivo.
En estas ocasiones la gente abandona los animales. El problema no es que los mapaches sueltos al seno de naturaleza no sobrevivan, sino que crean gran peligro para las especies autóctonas. Una vez liberados, estos animales se adaptan muy fácilmente, son increíblemente voraces y comen casi todo, incluso las especies protegidas, por ejemplo aves o cangrejos. Un macho y dos hembras son capaces de crear una población como pasó en Madrid donde ya podemos contar con una población de 500 mapaches. Hace poco tiempo fueron capturados 11 ejemplares en la frontera del parque nacional de Doñana. Hay que eliminar el problema mientras sea fácil hacerlo, una vez que se descontrola es muy difícil erradicarlo.
Lo mismo pasa con otros animales exóticos que se puso de moda mantener en casa como mascota por ejemplo la rana toro o la cotorra argentina.


Pienso que tenemos que parar un poco nuestras aspiraciones y deseos inadecuados. Sin pensar, tomamos parte en la globalización y transfusión de cualquier cosa por todo el planeta. No nos importa si nuestro capricho provoca malas consecuencias para todo el entorno. Los españoles deben de cuidar lo que tienen porque pronto no tendrán animales ni plantas autóctonas, vinculados con la historia y la tradición, sino una gran cantidad de especies invasoras del todo el mundo.
Hoy en día cada gesto puede producir graves efectos de alto alcance.

Dominika Machel.

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